El parto de Bea en el HUCA (Oviedo)
Hola! Soy Bea y esta es mi historia (resumida cuanto he podido).
FPP 1 de Abril. Pleno estado de alarma, pleno confinamiento.
Cuando menos recomendable era salir, más revisiones tenía yo. El Huca parecía una peli de miedo tan vacío, tan triste... A más visita, más crecía la angustia por la desinformación sobre el protocolo del Huca para el parto, gracias eternas al descubrimiento de @Matronastur que a través de redes sociales hizo una labor maravillosa en esa época tan mala.
Estar encerrada y no poder caminar no ayudo a que Lara encajase su cabecita, por lo que antes de entrar al monitor de la 41+6 me despedí de mi marido en el coche, sabía que me iban a ingresar para inducir el parto, sola. Admito que no llevé mal no tener acompañante, la gente de partos es increíble, en especial Marta, un amor de matrona que me supo dar ánimos cuando las horas se comenzaron a hacer muuuy largas el segundo día cuando el propess hizo su efecto, y me puse de parto la tarde de 15 de abril.
Y así nació Lara
Con el dolor, los nervios, etc. me dejé el móvil en habitación y no recordaba el teléfono de mi marido!! La solución fue llamar a mi hermana y que ella hiciese comunicado oficial de que Lara venía en camino y que el buen padre cogiese el coche y se plantase en el HUCA, el cual estaba mucho más nervioso en casa que yo misma.
Mientras tanto yo me di una ducha, esperé al anestesista como agua de mayo, bendita epidural. Lo que comenzó animado, se fue torciendo y a los 8cm me estanqué y Lara seguía sin encajarse, así que a las 4.50 am se decidió una cesárea para evitar males mayores. Y así nació Lara con sus 3,500 kilos y 51 cm de amor.
Al salir del quirofano fue bastante triste despedirme desde la camilla del buen padre, ya que yo me iba a reanimación y cuando me subiese a planta el no podría estar, sólo se permitía acompañante en el paritorio...ahora ya queda muy lejano ese recuerdo. De aquella se daban altas precoces así que a las 48h me dieron el alta, en aquel momento con mucha alegría para ambos.
Un duro posparto
En casa admito que muchas veces cambié de opinión respecto al alta precoz, con una anemia de escándalo y que nadie me había preparado para el posparto de la cesárea, a los dos días cenando no pude más y rompí a llorar. Fue una semana muy muy dura, en la que sin entrar en detalles diré que me vi superada en más de una y dos ocasiones.
De aquella no se permitía viajar entre ciudades, así que mi madre - por suerte por una parte - no me pudo ver hasta un mes más tarde, donde ya volvía a parecer una persona "normal", lo malo por otra parte es que eso fue algo de lo que más me dolió, no poder tenerles cerca. Nunca hice tantas fotos y vídeos, el móvil echa a humo, bendita tecnología!
Siendo sincera, no recuerdo el primer día que pudimos salir a la calle a dar un simple paseo, pero admito que ni siquiera quería y a los pocos metros estaba agotada, fue muy extraño, a todo se acostumbra una...
Y ahora aquí estamos, con seis meses y medio aprendiendo a ponerse de pie y peleando con ella porque no se tire de la cuna abajo. Y nosotros muriendo de amor, obviamente.
Nadie nos había preparado para esto, y desde luego no entraba en nuestros sueños algo así, pero dentro de unos años será como las batallas que contaban los abuelos. Sin duda tenemos una fuerza que nosotras mismas desconocemos y que nos hace tanto a nosotras como a esos pequeños seres, tan tan especiales, aún más un año como este.
Un abrazo enorme, valientes. Nada puede con vosotras.
Bea