El parto de Nerea en Vall d’Hebron (Barcelona)

Un mes antes de declararse el estado de alarma, nos enteramos de que Unai estaba en camino. Quién nos iba a decir que nacería en un 2020 en plena pandemia... Por suerte, es nuestro segundo hijo, y digo por suerte porque cada vez que sentía esa soledad en las escasas ecografías me venían a la mente las primerizas... Tu primer hijo y no poder compartirlo con tu pareja/familiar, ¡qué duro!

Las visitas en Vall d'Hebron en pleno confinamiento eran como ir a la guerra pero sin protección (no había mascarillas ni guantes...). Aún siento el silencio, el pánico y el cansancio que se respiraba en el hospital. Mientras tu intentas celebrar la vida otros estaban viviendo fallecimientos. Y todo esto SOLAS. Cómo me hubiera gustado que mi marido y mi hijo me acompañaran en una de esas citas con el bebé y compartir con ellos ese momento. 

Así nació Unai

Unai decidió llegar al mundo el 22 de septiembre en un parto duro, con algunas complicaciones que, afortunadamente, solventaron los grandes profesionales del hospital. Tanto yo como mi marido nos sentimos amorosamente acompañados por todo el personal, fueron tres días donde sólo la mascarilla nos recordaba el maldito virus. El resto fue increíblemente normal, el cariño, la dedicación y la atención de todos y cada uno de los profesionales que nos atendió. Desde nuestra gine (gràcies M), hasta las comadronas, enfermeras, auxiliares y celadores. GRACIAS por hacernos el camino tan bonito.

En el postparto ha venido el golpe duro. Sentir la soledad, el no poder compartir a tu hijo con tus seres queridos; el que sus abuelos no puedan cogerlo, solo verlo a través de una pantalla (benditas pantallas!); que sus tíos tengan que mandarle un regalo por correos; o el no poder quedar con tus amigos.

Doy gracias porque, a pesar de ser olvidadas por las instituciones, sí que he sentido la TRIBU que todas necesitamos en el postparto. El hacer piña con las mujeres de mi entorno, profesionales, familiares, amigas... todas sosteniéndome para que no decaiga (sobre todo en la lactancia).Teléfono o internet, qué más da, aunque me estéis ayudando, se sigue necesitando el contacto físico. Y sí, siempre recordaremos que nuestros pequeños nacieron en un 2020 marcado por una pandemia.

Nerea